domingo, 11 de septiembre de 2011

grafico de la evolución del indice de natalidad y mortalidad en España(1940-2000)

Nos encontramos ante un gráfico lineal y una tabla de datos estadísticos donde se ordenan los indices de natalidad y mortalidad, en tantos por mil, del gráfico, que representa el indice de natalidad y mortalidad en España, en el periodo de 1940-2000.
La natalidad es el numero proporcional de niños que nacen en un país en un periodo determinado y la mortalidad el número de fallecimientos que se producen también en un país y periodo determinado.
Como se puede observar la natalidad experimienta un gran descenso desde 1960 propiciado principalmente por el desarrollo de la sociedad española, en las que la situación es muy distinta de la sociedad tradicional, donde los padres querían tener una familia extensa. Actualmente los niños son una carga económica y además, se desea criarlos lo mejor posible, por lo que se tiende a tener menos hijos.
A esto se añade que la maternidad y la paternidad han dejado de ser el objetivo prioritario de muchas personas, además el papel de la mujer se ha modificado, ya que han salido fuera del hogar para trabajar y emplean más año en su formación. Esto ha provocado un retraso de la maternidad y el alumbramiento de un menor número de hijos.
Otro factor que cuenta es la legalización de los métodos anticonceptivos que permite elegir cuantos hijos se quieren tener. También han surgidos nuevos modelos de familia y se han acuñado los conceptos de familia uniparental y monoparental para definir aquella en que los hijos solo viven con el padre o la madre.
Por otro lado debido a las coyunturas económicas adversas en el mercado laboral y el alto coste en la obtención de productos de primera necesidad previos a la maternidad hacen que los jóvenes se planteen más tarde tener hijos.
Por lo tanto la natalidad se mantiene reducida a pesar de distintos factores que intentan favorecerla, como las políticas demográficas de España y las confesiones religiosas que se oponen al uso de preservativos.
El otro factor que encontramos en la tabla es la mortalidad, para explicarlo se emplea el término efecto yoyó: la mortalidad ha disminuido desde la segunda mitad del siglo XIX, hasta llegar al 8 por mil al dinal de los años setenta y parte de los ochenta, esta caída se explica por las mejoras alimentarias, sanitarias e higiénicas. Sin embargo se ha producido un repunte, provocado por el envejecimiento de la población. Así, al final de los noventa se alcanzó un tasa de 9,29 por mil. A partir de entonces las tasas han vuelvo a caer levemente.
En la actualidad, las causas más frecuentes de muerte en España son las causadas por la morbilidad de algunas enfermedades, como las cardiovasculares y el cáncer. Además de los accidentes de tráfico y los suicidios.
Hay que señalar que la esperanza de vida de un niño que nace en españa es el doble de la de principios del siglo XX que era 40 años, por lo que se ve claramente que nos encontramos en una sociedad desarrollada.
En resumen, la natalidad seguirá en descenso, aunque los nacimientos de niños de madres extranjeras hace que se mantenga cierto nivel y la mortalidad empezará a aumentar debido a los pocos nacimientos y al envejecimiento de la población actual

Poblacion ocupada y participacion del sector terciario en el PIB de 2007

Nos entramos ante dos representaciones cartográficas de España, en las que en diferentes tonalidades se aprecian, en primer lugar, la población ocupada en el sector terciario en el año 2007, y en la segunda, la participación del sector terciario en el PIB en el mimo año.
A rasgos generales se podría decir que la población media ocupada en el sector servicios es muy elevada, 66,2% y la participación media del sector terciario en el PIB es de 66,8%. Estos datos tan elevados son propios de los países desarrollados.
Asimismo, los países que cuentan con la mayor población ocupada en este sector son Asturias, Madrid, Baleares, Andalucía, Baleares, Canarias, Ceuta y Melilla. Lo mismo sucede con la participación del sector terciario en el PIB, ya que los países mencionados son los que muestran una mayor aportación al PIB, a excepción de Asturias.
Así pues, los motivos de esta tercerización son distintos, dependiendo de la zona geográfica de la que hablemos:
En Baleares, Canarias y Andalucía se debe al desarrollo del turismo, que impulsa sobre todo los servicios destinados al consumo. Algunos de ellos requieren el empleo de un importante volumen de mano de obra, dado que en la mayoría de los casos no son actividades mecanizables. Sin embargo, en Andalucía predominan los servicios poco cualificados. Así, el turismo explica en estas comunidades su mayor aportación del PIB en este sector, puesto que impulsa actividades directa o indirectamente relacionados con el turismo, especialmente los de consumo.
En Madrid, la tercerización y la mayor aportación al PIB en el sector servicios, se debe a su papel como capital del Estado y destacado centro financiero, ya que es la sede de numerosas empresas. Además, funciona como centro de mercado a escala nacional. En Asturias está motivado por la crisis de los sectores primario (ganadería lechera) y   secundario (minería e industria) que ha provocado un trasvase del empleo hacia el sector  terciario. 
Por último en Ceuta y en Melilla, se debe al elevado sector público y a la práctica ausencia de otras actividades productivas, por su reducida extensión territorial y la escasez de recursos.
De este modo se podría atender a las causas que han favorecido esta tercerización de la ocupación han sido las siguientes: El aumento del nivel de vida de la población (renta familiar y poder adquisitivo) que permite un mayor consumo de servicios y exige que sean cada vez más numerosos y especializados.  Por otro lado, La mecanización de las tareas agrarias desde la década de 1960 provocó el trasvase de parte de la población agraria al sector terciario.
Del mismo modo, la evolución de la industria también ha favorecido la terciarización: el desarrollo industrial durante la década de 1960 impulsó el crecimiento de servicios, como los transportes y las finanzas. Además la crisis de 1975 convirtió al sector terciario en refugio de muchos parados procedentes de la actividad industrial; y la industria moderna tiende a “terciarizarse”, dado que utiliza nuevas tecnologías que requieren cada vez menos mano de obra y demanda, en cambio, numerosos servicios.
El auge del turismo ha colaborado al crecimiento de numerosos servicios como la hostelería, el comercio, los transportes, los bancos y los servicios relacionados con el ocio y el incremento de los servicios públicos, motivado por la creación de las administraciones autonómica y europea, y por la implantación del Estado del bienestar, ha estimulado el crecimiento de servicios como los administrativos, la sanidad y la educación. Por último, la creciente incorporación de la mujer al trabajo fuera del hogar se realiza básicamente en este sector y ha impulsado ciertos servicios como las guarderías y la ayuda doméstica.
Para explicar los motivos de la diferente aportación del sector servicios al PIB deben tenerse en cuenta factores como el volumen de población, el grado de urbanización, el nivel de desarrollo económico y de renta, el peso económico de los sectores primario y secundario y el tipo de servicios predominantes.
Se podría hablar aquí de las clasificaciones que se pueden hacer del sector terciario en España. De este modo, una primera clasificación básica diferencia los servicios en dos grupos, según su titularidad y fines. En primer lugar, se encuentran los servicios privados o de mercado, que prestan las empresas privadas con el dinero pagado por clientes y cuyo fin es obtener un beneficio económico. En España, los servicios de este tipo aportan la mayor parte del empleo y del PIB del sector terciario. En segundo lugar, se localizan los servicios públicos, que los prestan el Estado o administraciones públicas y su fin es proporcionar bienes a la sociedad.
Existen otros subsectores que forman cuatro grupos: los servicios a la empresa (aportan el mayor PIB), los servicios de distribución (destacan el comercio, los transportes y las comunicaciones), los servicios sociales, en el que la administración pública desempeña un papel importante en el empleo en contraste con su menor aportación del PIB, y por último los servicios al consumidor, en donde la hostelería ha ganado mucho peso, en relación con el crecimiento de la capacidad de gasto y de las actividades de ocio.
Para finalizar cabría mencionar que el encarecimiento de los servicios está provocando una tendencia creciente a sustituir los servicios por bines o por una autoprestación de servicios. No obstante, la incorporación de las nuevas tecnologías mejora el funcionamiento de los servicios, favorece la creación de nuevos relacionados con ellas y posibilita nuevas formas de prestarlos.

Regiones Biogeográficas

Nos encontramos ante una representación cartográfica de España, en la cual que, en diferentes tonalidades, se representan las regiones biogeográficas del país. Esta representación pertenece al Organismo autónomo Parques Nacionales y el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino.
Así pues, las regiones biogeográficas en las que se divide nuestro país son cuatro: en primer lugar, la región atlántica, que se extiende por toda la cornisa cantábrica, desde Galicia hasta los pirineos. Por otro lado está la región alpina, se localiza en los pirineos y la región mediterránea es la más extensa en España y se puede dividir en la franja litoral y las islas Baleares, La Mesera y las depresiones y las aéreas de montaña, cada una de ellas presenta unas características con similitudes y diferencias. Y por último la región de la macaronésica que comprende las islas Canarias.
Podemos hablar aquí de los factores que influyen en la vegetación de todas estas zonas, es decir, el clima, la litología, el relieve y la posición geográfica de España, así como la acción del ser humano.
Entrando más en detalles, el clima se caracteriza por los grandes contrastes que existen en la península Ibérica y que se traduce en la presencia de especies adaptadas tanto al frío como a la elevada temperatura y la aridez. Además la posición de la península ha favorecido el desarrollo de especies vegetales muy dispares. La posición subtropical del archipiélago canaria y si aislamiento son claves para defender sus endemismos.
Por otro lado el suelo y el relieve son factores que condicionan la vegetación, en este sentido el relieve influye a través de la altitud, puesto que provoca un cambio de temperaturas y la montaña introduce modificaciones entre las vertientes de barlovento y sotavento y entre la de solana y umbría. Además dependiendo del tipo de suelo se da un tipo de vegetación u otra, e incluso, puede no llegarse a dar ninguna.
A todo esto hay que añadir la intervención cada vez más intensa del ser humano que ha conducido a la modificación y deterioro de los paisajes vegetales. Por ello las formaciones vegetales que tapizan actualmente el espacio español son, en gran parte, ejemplos de formaciones regresivas, es decir, alteradas y modificadas por la ocupación del hombre.
Sería necesario destacar las formaciones vegetales que se dan en cada una de las regiones biogeográficas:
La región atlántica presenta unas condiciones favorables para el desarrollo del bosque caducifolio de hayas y robles. No obstante,   existen diferencias entre las zonas litorales y las de montaña, en las primeras la incidencia del hombre ha sido intensa y las segundas todavía conservan buenas representaciones del bosque caducifolio. Asimismo los hayedos son más frecuentes en la cornisa cantábrica, mientras que los robledos lo son en Galicia. Las hayas suelen colonizar las zonas de pendiente donde es frecuente la formación de nieblas. Sin embargo muchos de estos bosques son mixtos, combinándose los robles y las hayas y coníferas.
Por otro lado, la región alpina presenta una disimetría entre su vertiente norte, más húmeda y la sur, menos húmeda. De igual forma estos contrastes se aprecian entre el sector occidental, de rasgos atlánticos y el oriental, con influencia mediterránea. Entre ambos sectores, se localiza el Pirineo central de mayor altitud y con rasgos ecológicos de alta montaña. En los fondos de los valles y las vertientes de solana se instalaron los asentamientos de población y los cultivos; en las vertientes de umbría, los bosques: y en el piso alpino, los pastos de verano.
En tercer lugar, la región mediterránea cuenta con varias zonas: la franja litoral y el archipiélago balear donde conviven encinares mediterráneos con áreas cubiertas de coscojares o de maquia y más en la zona murciana-almeriense la vegetación se debe adaptar a condiciones casi desérticas. En La Meseta y las depresiones, estas zonas aun conservan ejemplos de sus bosques originales: encinares, coscojares o sabinares en las áreas de clima más continental y rebollares o quejigares en las de mayor altitud y humedad. Por último en las áreas de montaña la altitud y la exposición modifican sus condiciones ecológicas con respecto a las de su entorno inmediato.
Para finalizar, en la región macaronésica, concretamente en el archipiélago canario las condiciones ecológicas varían dependiendo de las características de cada isla. En las zonas de mayor altitud se suceden comunidades vegetales adaptadas a condiciones subdesérticas; los bosques perennifolios dominados por laureles, ocupan zonas más húmedas de medianías: o hacia la cumbre, los pinares y matorrales de leguminosas. Sin embargo, esta distribución se encuentra muy alterada debido a la intensa explotación a la que han sido sometidas; primero por una sociedad agraria y después por un modelo territorial urbano-turístico. Todo ello ha supuesto la desaparición de algunos ecosistemas y la profunda alteración de otros. No obstante la pervivencia de valores naturales es todavía muy alta, así como la biodiversidad que caracteriza al archipiélago.

Parque Nacional de las Cañadas del Teide

Nos encontramos ante una representación gráfica del Parque Nacional de las Cañadas del Teide, el mayor y más antiguo de los Parques canarios (se encuentra a 2000 m sobre el nivel del mar). Su extraordinario paisaje es un monumento geológico de los más espectaculares del mundo, en el que los conos volcánicos y las coladas de lava forman un extraordinario conjunto de colores y formas. Además, no se puede olvidar su gran riqueza biológica, el extraordinario alto porcentaje de especies vegetales endémicas y la importancia en cuanto a número y exclusividad de su fauna invertebrada.
Fue declarado en 1954 como Parque Nacional del Teide y en 2007 fue como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y también, desde ese año, el parque es considerado como uno de los 12 Tesoros de España.
Geomorfológicamente está compuesto por dos grandes depresiones coronada por el Teide con 3.718 m de altitud. Numerosas coladas de diferentes erupciones junto a las montañas y volcanes repartidos por todo el parque forman un paisaje diferente. El alto de Guajara, el Llano Ucanca, las Siete Cañadas, La Fortaleza, los roques de García y Pico Viejo, son ejemplos muy importantes y característicos que forman el paisaje natural del parque.
Básicamente está constituido por materiales de tipo basálticos, pero en superficie, predominan los sálicos más evolucionados como traquitas y fonolitas. Presentan, típicamente, más abundancia en Pico Viejo y en los domos satélites que se disponen en la base del Teide, como Montaña Majúa o Montaña Blanca, responsables en gran medida de muchos depósitos piroclásticos de piedra pómez o ‘zahorra’.
Por otro lado, el Teide ha actuado desde antaño como una importante fuente de materias primas para los tinerfeños. En primer lugar los guanches apreciaban la obsidiana con el fin de fabricar armas cortantes, y posteriormente y, hasta hace no demasiadas décadas, se obtenía hielo de algunas cuevas o grutas y se extraía azufre del cráter.
También, dado que el espacio natural comprende un estratovolcán formado por materiales recientes, y por lo tanto con una alta permeabilidad, no se da el caso de la formación de cursos de agua permanente, si bien cuando existen precipitaciones intensas o en época de deshielo tras fuertes nevadas pueden producirse regueros que forman una cuenca de tipo radial. No obstante, la mayor parte de las precipitaciones se filtran en el terreno y desciende hasta alcanzar el acuífero de Las Cañadas, donde tiende a dirigirse hacia las salidas naturales.
El clima imperante en el parque es el continental subalpino, muy distinto al de las zonas bajas y medias de la isla. Este clima se caracteriza por los siguientes motivos: por el día se puede llegar a más de 40°C, que luego por la noche bajan bruscamente, llegando en invierno a los 8°C bajo cero. Además la precipitación anual es de unos 490 mm³ y las temperaturas mensuales medias se encuentran entre 4 grados centígrados (enero) y 17,7°C (agosto). En invierno tienen lugar fuertes nevadas y el Teide suele mantener la nieve en sus cumbres bastante tiempo. De forma genérica podemos hablar de un clima caracterizado por la aridez con grandes oscilaciones térmicas, vientos fuertes y elevada insolación.
En cuanto a la flora, esta se adapta sorprendentemente a la climatología de estas latitudes, así este Parque Nacional cuenta con 212 especies de plantas, de las que 58 son endemismos canarios. Actualmente 3 especies se encuentran en peligro de extinción y 12 en situación vulnerable. Para muchas especies endémicas, las paredes y piedemontes de las Cañadas constituyen un refugio, destacando el vistoso tajinaste rojo, el rosal del guanche, cuya población no sobrepasa los 50 ejemplares y la jara de Las Cañadas. Por encima de los 2.400 m de altitud crece la joya del Parque, la delicada y frágil violeta del Teide. Esta es de las pocas plantas que vive en la cumbre, en lugares donde muy pocas pueden hacerlo, siendo además una de las que florece a mayor altitud de todo el territorio nacional.
Asimismo la fauna es pobre en lo que se refiere a animales superiores, entre los que destacan: el lagarto, el tizón, algunos gatos cimarrones y el conejo. Las aves más notables son: paloma bravía, cuervo, perdiz moruna, cernícalo, canarios, alcudón, caminero, herrerillo, etc. Merece especial atención el pájaro azul del Teide. Además se encuentra también una gran variedad de insectos.
En este parque no hay población asentada, excepto aquella relacionada con el mantenimiento del refugio y el teleférico de AltaVista. Entre las actividades económicas realizables se podría mencionar la caza que no se permite realizar en este espacio, a excepción de la caza tradicional del conejo silvestre y del muflón, con fines de controles de sus poblaciones. Otras actividades que se realizan son: la apicultura, aprovechamiento hidráulico y la extracción de piedra pómez y arena.
Los turistas pueden disfrutar del teleférico, de senderismo, actividades de montaña, como el ascenso al Pico del Teide o esquí en determinadas zonas y también, la espeleología (exploración de cuevas y simas volcánicas).
Así el Parque Nacional de las Cañadas del Teide representa un gran atractivo turístico por la gran caldera del volcán del Teide, sus cráteres y vistosas caladas que alcanzan el máximo esplendor cuando en la primavera florecen sus exclusivas planeas y en inverno el cono se cubre de nieve.

Superficie de Espacios protegidos por Comunidad Autónoma

Nos encontramos ante una gráfica de barras donde se nos muestra el porcentaje de superficie protegida en las comunidades  autónomas, así como su evolución en el periodo comprendido entre 1990 y 2005. La fuente de la información es el MARM( Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino).
Resulta especialmente relevante los datos por comunidades autónomas, pues éstas desempeñan un papel  muy importante en la creación y gestión de espacios naturales protegidos en España. A través de la información que nos proporciona la tabla hemos de reseñar que casi en la práctica totalidad de las CCAA ha aumentado, en la mayoría de los casos de forma significativa, la superficie natural protegida en el periodo analizado.
Asimismo, la implicación de cada autonomía en la protección de sus espacios ha sido muy desigual. De este modo, siete de ellas protegen más del 10% de su territorio ( Canarias, Asturias, Andalucía, Comunidad de Madrid, Galicia, País Vasco y Cantabria), cumpliendo así las recomendaciones internacionales, e incluso alguna, como por ejemplo Canarias, tiene más del 40% de la superficie incluida en alguna categoría de protección. En contrapartida, en otras autonomías la situación está estancada, y las cifras se encuentran muy por debajo de las deseables, como puede ser el caso de las Islas Baleares y Aragón. Sin embargo también es necesario poner en consideración que no todas disponen de la misma proporción de espacios con valores naturales susceptibles de acogerse a las diferentes figuras de protección recogidas en la legislación.
La valoración que tenemos de la naturaleza como un bien o riqueza cultural, patrimonio ecológico que hay que conservar, ha llevado al desarrollo de medidas o políticas de conservación y protección de los espacios naturales y de las especies silvestres. Así pues, dichas estrategias de conservación han seguido una evolución diferente en cada comunidad autónoma, hecho que se refleja claramente en la superficie protegida con respecto al total, de esta manera, Canarias, Asturias y Andalucía encabezan el listado, mientras que los incrementos relativos más significativos se han producido durante la última década en La Rioja, Castilla y León, Extremadura, Asturias, Aragón y Navarra.
En la actualidad la ley del Patrimonio Natural y la Biodiversi­dad de 2007 regula y establece las normas de conservación, uso sostenible, mejora y restauración de nuestros ecosistemas naturales. En la ley se establece que tendrán la consideración de espacios naturales protegidos todos aque­llos espacios, incluidas las aguas continentales y marítimas (como es el caso canario que ha aprobado la ampliación de las aguas canarias). Así pues, buena parte de los calificados espacios naturales protegidos corresponden a ecosistemas forestales, bosques y pastizales. Otros ocupan la línea de cos­ta, tan ferozmente explotada a favor de la actividad turística.
Según los bienes y valores a proteger, se diferencian cinco categorías de espacios naturales protegidos: Parques, Reservas Naturales, Áreas Marinas Protegidas, Monumentos Naturales y Paisajes Protegidos. Sin embargo, las CCAA, al tener transferidas las competencias en materia de protección del territorio, respetando la norma estatal, han introducido otras figuras como Parque Rural (Parque Rural del Nublo), Parque Regional, etc.
Los Parques son áreas naturales poco transformadas por la ocupación o actividad humana, que, en función de la belleza de sus paisajes, la representación de sus ecosistemas o la singularidad de su fauna, flora o formaciones geológicas ofrecen unos valores que hay que conservar. A su vez, dentro de esta categoría se distinguen los Parques Nacionales y los Parques Naturales.
Los Parques Nacionales son espacios naturales de alto valor ecológi­co y cultural, cuya conservación es de interés general para la nación. Su gestión corresponde conjuntamente a la Administración General del Estado y las Comunidades Autónomas.(Teide, Timanfaya, Garajonay, Taburiente, Picos de Europa, Ordesa, Doñana, etc)
Por otro lado encontramos los Parques Naturales que suelen ser de dimensiones más reducidas que los Parques Nacionales y guardan una mayor relación con el mundo rural, ya que se mantiene una explotación de los recursos primarios, culturales y de ocio. La gestión de los mismos corresponde exclusiva­mente a las Comunidades Autónomas en las que se ubiquen. (Parque Natural de Tamadaba o Parque Natural de Pilancones).
Las Áreas Marinas Protegidas, por su parte, son espacios naturales del medio marino que por la rareza, fragilidad, importancia o singularidad de sus ecosis­temas, comunidad biológica o geológica, hay que proteger. En ellos se limita la explotación de los recursos naturales.
 En lo que respecta a las Reservas Naturales son espacios naturales valorados por la rareza, fragilidad, singularidad o importancia de sus ecosistemas o comunidades biológicas. La explotación de recursos queda limitada a aquellas activida­des que sean compatibles con la conservación de los valores a proteger.(Inagua, Dunas de Maspalomas, Tilos de Moya,…).
Los Monumentos Naturales son espacios o elementos de la naturaleza que contienen formaciones singulares que merecen una especial protección.(cuevas, cascadas, montañas, árboles, etc.). Ejemplos en Canarias: M.N. Roque Aguayro, M.N. Montaña de Arinaga, Bco, El Draguillo,…)
Por último, los Paisajes Protegidos son lugares concretos con un alto valor estético y cultural. Deben compatibilizar el aprovechamiento con la conservación del medio( P.P. La Isleta, Montaña de Agüimes).
A estas cinco figuras se incorporan los espacios protegidos Red Natura 2000, que es una red ecológica europea que intenta asegurar la supervivencia a largo plazo de las especies y los hábitats más amenazados de Europa por el impacto adverso de las actividades humanas. Deben ser aprobados en el marco de la Unión Europea y destacan figuras como LIC (Lugares de Importancia Comunitaria), las ZEC (Zonas Especiales de Conservación).
La ley incluye también otras figuras de protección de espacios, áreas protegi­das por instrumentos internacionales, entre las que se encuentran las Zonas Especialmente Protegidas de importancia para el Mediterráneo (ZEPIM), los Humedales de importancia Internacional del Convenio de Ramsar, los Geoparques y las Reservas de la Biosfera -ambos declarados por la UNESCO-. Especialmente importante es esta última, pues es la red internacional de espacios protegidos más grande del mundo. Está constituida por ecosistemas terrestres, costeros o marinos, en los que se armoniza la preservación de entornos naturales únicos con la obtención de rendimientos económicos dentro del principio de desarrollo sostenible.

Nivel de renta por habitante en relación a la media de la UE

Nos encontramos ante una gráfica lineal en la que se representa el nivel de renta por habitante en relación a la media de la UE. En el eje de coordenadas se encuentran los años desde la incorporación de España a la UE en 1986 hasta 2005 y el eje de ordenadas el nivel de renta. Existen dos variables España respecto a la UE de los 15 y respecto a la UE de los 25. La fuente de la que está extraída esta gráfica es de Eurostat. En ella se puede observar la tendencia creciente que la variable ha experimenta a lo largo de los años.
Hace ya más de veinte años que España ingresó en la Comunidad Europea, por lo que existe una perspectiva temporal suficiente para hacer un balance de las ventajas e inconvenientes de nuestra incorporación.  No obstante, la opinión general es que el balance final es claramente positivo en todos los planos.
Tras varias décadas de aislamiento internacional por la dictadura franquista, la incorporación de España a la Comunidad Europea supuso el retorno de nuestro país a una escena internacional, obteniendo, con ello, una mayor presencia en los foros internacionales e intensificando su política exterior. Por lo tanto, desde el punto de vista político la mera adhesión supuso efectos positivos.
Sin duda, la incorporación de España a la UE ha sido un factor clave para la modernización de nuestra economía, a pesar de las dificultades surgidas en primera instancia en algunos sectores, debido a la dura reconversión que tuvieron que acometer, la evolución fue muy positiva, con un crecimiento claramente superior a la media comunitaria. Sin embargo, no debe olvidarse que España ha sido el país que más fondos comunitarios ha recibido, lo que ha permitido desarrollar espectacularmente sus infraestructuras. A partir de 2010 nuestro país se convierte en contribuyente neto, es decir, que aporta más dinero del que recibe de la UE, por el efecto conjunto del progreso de nuestra economía y la incorporación de los dos últimos países con un nivel de renta muy bajo.
Esta adhesión a la Unión Europea ha supuesto para las empresas competir en un mercado más amplio, y con ello, poder crecer en tamaño e incrementar su dimensión internacional. Pero no todas han podido adaptarse a las nuevas condiciones y sobrevivir en un mercado más competitivo. En cualquier caso, nuestra economía se ha abierto gradualmente hacia el exterior. España ha incrementado de forma espectacular los intercambios comerciales con los demás países comunitarios y con el resto del mundo. Al mismo tiempo, ha recibido una cuantiosa inversión exterior.
Un hito decisivo para la economía española ha sido la entrada del euro, que permite disponer de una moneda fuerte y estable. Esta moneda facilita los desplazamientos exteriores y los intercambios comerciales. Sin embargo, el Banco Europeo tiene la política monetaria en sus manos y puede tomar decisiones que afecten a nuestro país.
Por otro lado la Unión Europea ha destinado fondos a la mejora de la formación de los trabajadores, ha apoyado la lucha contra la discriminación, ha facilitado el desplazamiento de miles de estudiantes con el programa Erasmus y ha financiado la participación de nuestros científicos en proyectos europeos de I+D.
En el plano medioambiental, la normativa comunitaria ha obligado a nuestro país a aumentar los mecanismos de control y reducción de los impactos ambientales, y ha favorecido la preservación de la naturaleza y la biodiversidad.
En síntesis, estos son solo algunos ejemplos de las consecuencias de la incorporación de España a la UE, que afectan a casi todos los sectores de nuestra actividad.

Mapa de las Islas Canarias (PAU)

Nos encontramos ante un mapa de las Islas Canarias. Canarias se divide en dos provincias: Las Palmas con 3 islas, Lanzarote, Fuerteventura y Gran Canaria y sus respectivas capitales Arrecife, Puerto del Rosario y Las Palmas de Gran Canaria y la provincia de Santa Cruz de Tenerife con 4 islas, Tenerife, La Gomera, La Palma y El Hierro con sus respectivas capitales, Santa Cruz de Tenerife, San Sebastián de la Gomera, Santa Cruz de la Palma y Valverde.
Canarias accedió a la autonomía por el estatuto 143 que entró en vigor en 1982 y se modificó en 1996 para ampliar las competencias y asumir otras hasta entonces compartidas con el Estado, adquiriendo la comunidad un elevado nivel de autogobierno. Este estatuto establece la capitalidad compartida que se alterna entre ambas capitales provinciales: Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas de Gran Canaria; recoge el funcionamiento de las instituciones; las competencias asumidas y organiza la administración territorial.
La organización institucional está integrada, en primer lugar por El Parlamento autonómico que representa al pueblo canario y está formado por diputados elegidos por sufragio universal cada 4 años, los diputados son 60, 30 para cada provincia y entre las islas: 15 por cada una de las islas de Gran Canaria y Tenerife, ocho por La Palma, ocho por Lanzarote, siete por Fuerteventura, cuatro por La Gomera y tres por El Hierro. Se encargan de elaborar las leyes de la comunidad, aprueban  el presupuesto autonómico, controlan al gobierno canario y nombran a su presidente. También, El Gobierno de canarias que está constituido por un Presidente y por los consejeros, el primero es la máxima representación de la comunidad y designa y coordina a los consejeros. Estos dirigen Consejerías encargadas de las distintas ramas de la administración de la autonomía. Por último, El Tribunal Superior de Justicia es la instancia judicial más alta de la comunidad autónoma.
Entre las competencias, mencionadas anteriormente, están las políticas (autogobierno); económicas (agua y aprovechamiento hidráulico, agricultura, ganadería…); urbanismo, ordenación del territorio, etc.
Por otro lado la administración territorial de Canarias se organiza entre las 7 islas, cada una de ellas cuenta con un Cabildo Insular y ayuntamientos:
El Cabildo Insular es un organismo encargado del gobierno, la administración y la representación de cada isla. Se compone de un Consejo  de Gobierno y un Pleno. El Consejo de Gobierno está integrado por el presidente, cuya función es dirigir el gobierno y la administración de la isla correspondiente. El Pleno, por su parte, está formado por consejeros elegidos por la ciudadanía española de cada isla entre los diversos partidos y su función es aprobar el presupuesto y los planes insulares.
Los ayuntamientos, además de sus competencias propias, pueden ejercer otras delegadas por la comunidad autónoma.
En cuanto a la ordenación del territorio, debe hacerse una mención especial a la existencia de fuertes contrastes entre las dos islas capitalinas y el resto, puesto que las primeras se encuentran más avanzadas en la actividad económica y los servicios y posee una mayor población. Además hay contrastes entre espacios dinámicos costeros basados en el turismo y espacios de regresión, de predominio rural (zonas del interior).
Para solucionar estos problemas, se adoptan medidas que se plasman en las Directrices de Ordenación del Territorio, las cuales se proponen una gestión integrada del espacio, coordinando los planes sectoriales y controlando el impacto medioambiental de las actividades económicas, de modo que el resultado se traduzca en una mejora de bienestar y de la calidad de vida.