domingo, 11 de septiembre de 2011

Parque Nacional de las Cañadas del Teide

Nos encontramos ante una representación gráfica del Parque Nacional de las Cañadas del Teide, el mayor y más antiguo de los Parques canarios (se encuentra a 2000 m sobre el nivel del mar). Su extraordinario paisaje es un monumento geológico de los más espectaculares del mundo, en el que los conos volcánicos y las coladas de lava forman un extraordinario conjunto de colores y formas. Además, no se puede olvidar su gran riqueza biológica, el extraordinario alto porcentaje de especies vegetales endémicas y la importancia en cuanto a número y exclusividad de su fauna invertebrada.
Fue declarado en 1954 como Parque Nacional del Teide y en 2007 fue como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y también, desde ese año, el parque es considerado como uno de los 12 Tesoros de España.
Geomorfológicamente está compuesto por dos grandes depresiones coronada por el Teide con 3.718 m de altitud. Numerosas coladas de diferentes erupciones junto a las montañas y volcanes repartidos por todo el parque forman un paisaje diferente. El alto de Guajara, el Llano Ucanca, las Siete Cañadas, La Fortaleza, los roques de García y Pico Viejo, son ejemplos muy importantes y característicos que forman el paisaje natural del parque.
Básicamente está constituido por materiales de tipo basálticos, pero en superficie, predominan los sálicos más evolucionados como traquitas y fonolitas. Presentan, típicamente, más abundancia en Pico Viejo y en los domos satélites que se disponen en la base del Teide, como Montaña Majúa o Montaña Blanca, responsables en gran medida de muchos depósitos piroclásticos de piedra pómez o ‘zahorra’.
Por otro lado, el Teide ha actuado desde antaño como una importante fuente de materias primas para los tinerfeños. En primer lugar los guanches apreciaban la obsidiana con el fin de fabricar armas cortantes, y posteriormente y, hasta hace no demasiadas décadas, se obtenía hielo de algunas cuevas o grutas y se extraía azufre del cráter.
También, dado que el espacio natural comprende un estratovolcán formado por materiales recientes, y por lo tanto con una alta permeabilidad, no se da el caso de la formación de cursos de agua permanente, si bien cuando existen precipitaciones intensas o en época de deshielo tras fuertes nevadas pueden producirse regueros que forman una cuenca de tipo radial. No obstante, la mayor parte de las precipitaciones se filtran en el terreno y desciende hasta alcanzar el acuífero de Las Cañadas, donde tiende a dirigirse hacia las salidas naturales.
El clima imperante en el parque es el continental subalpino, muy distinto al de las zonas bajas y medias de la isla. Este clima se caracteriza por los siguientes motivos: por el día se puede llegar a más de 40°C, que luego por la noche bajan bruscamente, llegando en invierno a los 8°C bajo cero. Además la precipitación anual es de unos 490 mm³ y las temperaturas mensuales medias se encuentran entre 4 grados centígrados (enero) y 17,7°C (agosto). En invierno tienen lugar fuertes nevadas y el Teide suele mantener la nieve en sus cumbres bastante tiempo. De forma genérica podemos hablar de un clima caracterizado por la aridez con grandes oscilaciones térmicas, vientos fuertes y elevada insolación.
En cuanto a la flora, esta se adapta sorprendentemente a la climatología de estas latitudes, así este Parque Nacional cuenta con 212 especies de plantas, de las que 58 son endemismos canarios. Actualmente 3 especies se encuentran en peligro de extinción y 12 en situación vulnerable. Para muchas especies endémicas, las paredes y piedemontes de las Cañadas constituyen un refugio, destacando el vistoso tajinaste rojo, el rosal del guanche, cuya población no sobrepasa los 50 ejemplares y la jara de Las Cañadas. Por encima de los 2.400 m de altitud crece la joya del Parque, la delicada y frágil violeta del Teide. Esta es de las pocas plantas que vive en la cumbre, en lugares donde muy pocas pueden hacerlo, siendo además una de las que florece a mayor altitud de todo el territorio nacional.
Asimismo la fauna es pobre en lo que se refiere a animales superiores, entre los que destacan: el lagarto, el tizón, algunos gatos cimarrones y el conejo. Las aves más notables son: paloma bravía, cuervo, perdiz moruna, cernícalo, canarios, alcudón, caminero, herrerillo, etc. Merece especial atención el pájaro azul del Teide. Además se encuentra también una gran variedad de insectos.
En este parque no hay población asentada, excepto aquella relacionada con el mantenimiento del refugio y el teleférico de AltaVista. Entre las actividades económicas realizables se podría mencionar la caza que no se permite realizar en este espacio, a excepción de la caza tradicional del conejo silvestre y del muflón, con fines de controles de sus poblaciones. Otras actividades que se realizan son: la apicultura, aprovechamiento hidráulico y la extracción de piedra pómez y arena.
Los turistas pueden disfrutar del teleférico, de senderismo, actividades de montaña, como el ascenso al Pico del Teide o esquí en determinadas zonas y también, la espeleología (exploración de cuevas y simas volcánicas).
Así el Parque Nacional de las Cañadas del Teide representa un gran atractivo turístico por la gran caldera del volcán del Teide, sus cráteres y vistosas caladas que alcanzan el máximo esplendor cuando en la primavera florecen sus exclusivas planeas y en inverno el cono se cubre de nieve.

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