domingo, 11 de septiembre de 2011

EL PROBLEMA AGRARIO-Manuel AZAÑA

El texto que nos ocupa es una fuente primaria, de carácter político escrito por D. Manuel Azaña, presidente de la República (1936-1938), a toda la opinión pública. Esta extraído de un libro de dicho autor sobre las causas de la Guerra Civil en España, escrito en 1939, época en la que ha salido del país y se exilia en Francia.

Del autor se puede decir que estudió Derecho en Zaragoza y Madrid, doctorándose con una tesis sobre La responsabilidad de las multitudes; entró por oposición en la función pública (1910); y completó su formación con una beca de la Junta para Ampliación de Estudios en París. Fue político y escritor español que desempeñó los cargos de Presidente del Gobierno español (1931-1933, 1936) y Presidente de la Segunda República Española (1936-1939). También, fue uno de los políticos y oradores más importantes en la política española del siglo XX, además de un notable periodista y escritor, consiguió el Premio Nacional de Literatura en 1926.
 Las medidas más trascendentales que tomó durante su cargo de poder en la República fueron la aprobación de la Constitución y de los presupuestos de la República, y la elaboración de la Ley Agraria. Además, sacó adelante una Ley de Defensa con la intención de dotar de facultades extraordinarias al gobierno en caso de necesidad, y promulgó un decreto para reducir considerablemente las plantillas de funcionarios.
Tras el golpe de Estado que, a partir de julio, dio paso a la Guerra Civil (1936-39). Azaña se fue quedando progresivamente aislado, sin capacidad para mantener la unidad y el orden en el bando republicano. Finalmente perdida la guerra, renunció a la presidencia y se exilio a Francia, donde murió.

En el primer párrafo, Azaña habla sobre cómo se instauró la República en España, con un gran entusiasmo por parte de la población de la época. Seguidamente, ofrece una reflexión sobre la situación social con la que se encuentra la República tras su proclamación; en esa época existía enormes diferencias económicas entre los españoles. Además, hace alusión al mal reparto de la tierra, pues se dice que al noroeste la tierra está constituida por minifundios y en cambio en el sur y oeste están los latifundios.

A continuación, se hace referencia a la acción que tomó la República como deber para sacar al país de la situación tan decadente en la que se encontraba, con tasas de paro muy altas en la explotación de las tierras. Finalmente, Azaña expone que “con socialistas o sin socialistas” era deber de cualquier régimen intentar mejorar la situación del país con la que se topó la II República. La reforma Agraria, cuestión que resalta el texto, se aprobó en 1932 y se aplicó de forma simultánea a todo el país. Esta reforma pretendía llevar a cabo una redistribución de la propiedad agraria, para satisfacer la demanda de los jornaleros sin tierras. Para ello el instituto de Reforma Agraria se encargaba de expropiar las tierras, con indemnizaciones a los campesinos y sin ellas a los señoríos y pertenecientes a la grandeza de España, luego se las daba a las comunidades de campesinos para que ellos llevaran a cabo los asentamientos.

Así esta reforma sin resultar un fracaso absoluto, representó una gran frustración para los campesinos debido al atraso en elaborar la ley y la falta de dinero para expropiar las tierras, que debían ser indemnizadas

En contexto histórico en el que habría que encuadrar el texto es durante la II República, sin embargo hay que mencionar los antecedentes a la proclamación de esta. Así pues, España se encontraba en una crisis general puesto que hacía muy poco que había salido de la Dictadura del General Primo de Rivera y cuando Alfonso XIII volvió a ocupar el poder, la población española estaba muy descontenta porque este había dando carta blanca al dictador para que se ocupara del país.

Entonces, se convocan elecciones municipales el 12 de abril de 1931, en las cuales los resultados fueron favorables a la Conjunción Republicano-Socialista en las capitales de provincia y en las grandes ciudades, esto provoco la salida de Alfonso XIII del país para evitar un conflicto sangriento debido a  intereses contrapuestos. Así, se proclama la República, que apenas encontró resistencia, el 14 de abril del citado año. Desde el punto de vista internacional, el parlamentarismo era muy complicado en toda Europa y el mundo atravesaba una difícil coyuntura económica derivada de la crisis del 29.

La principal tarea que llevó a cabo el primer gobierno de la República fue la elaboración de una constitución. Tras aprobarse esta, se inició un nuevo período, conocido como Bienio Reformista, con un gobierno presidido por Manuel Azaña y cuyas medidas más destacadas fueron: la reforma agraria, reformas laborales, educativas y militares. Estas medidas fueron suspendidas en el siguiente periodo, Bienio Radical-cedista (1933-1936). Finalmente en 1936 estalla la guerra civil en España.

En resumen, la República no pudo controlar la triste situación de España, pues había mucho intereses contrapuestos. Así pues, el hecho que pretendía impedir  Alfonso XIII tuvo lugar tras la Republica.

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