domingo, 11 de septiembre de 2011

Nivel de renta por habitante en relación a la media de la UE

Nos encontramos ante una gráfica lineal en la que se representa el nivel de renta por habitante en relación a la media de la UE. En el eje de coordenadas se encuentran los años desde la incorporación de España a la UE en 1986 hasta 2005 y el eje de ordenadas el nivel de renta. Existen dos variables España respecto a la UE de los 15 y respecto a la UE de los 25. La fuente de la que está extraída esta gráfica es de Eurostat. En ella se puede observar la tendencia creciente que la variable ha experimenta a lo largo de los años.
Hace ya más de veinte años que España ingresó en la Comunidad Europea, por lo que existe una perspectiva temporal suficiente para hacer un balance de las ventajas e inconvenientes de nuestra incorporación.  No obstante, la opinión general es que el balance final es claramente positivo en todos los planos.
Tras varias décadas de aislamiento internacional por la dictadura franquista, la incorporación de España a la Comunidad Europea supuso el retorno de nuestro país a una escena internacional, obteniendo, con ello, una mayor presencia en los foros internacionales e intensificando su política exterior. Por lo tanto, desde el punto de vista político la mera adhesión supuso efectos positivos.
Sin duda, la incorporación de España a la UE ha sido un factor clave para la modernización de nuestra economía, a pesar de las dificultades surgidas en primera instancia en algunos sectores, debido a la dura reconversión que tuvieron que acometer, la evolución fue muy positiva, con un crecimiento claramente superior a la media comunitaria. Sin embargo, no debe olvidarse que España ha sido el país que más fondos comunitarios ha recibido, lo que ha permitido desarrollar espectacularmente sus infraestructuras. A partir de 2010 nuestro país se convierte en contribuyente neto, es decir, que aporta más dinero del que recibe de la UE, por el efecto conjunto del progreso de nuestra economía y la incorporación de los dos últimos países con un nivel de renta muy bajo.
Esta adhesión a la Unión Europea ha supuesto para las empresas competir en un mercado más amplio, y con ello, poder crecer en tamaño e incrementar su dimensión internacional. Pero no todas han podido adaptarse a las nuevas condiciones y sobrevivir en un mercado más competitivo. En cualquier caso, nuestra economía se ha abierto gradualmente hacia el exterior. España ha incrementado de forma espectacular los intercambios comerciales con los demás países comunitarios y con el resto del mundo. Al mismo tiempo, ha recibido una cuantiosa inversión exterior.
Un hito decisivo para la economía española ha sido la entrada del euro, que permite disponer de una moneda fuerte y estable. Esta moneda facilita los desplazamientos exteriores y los intercambios comerciales. Sin embargo, el Banco Europeo tiene la política monetaria en sus manos y puede tomar decisiones que afecten a nuestro país.
Por otro lado la Unión Europea ha destinado fondos a la mejora de la formación de los trabajadores, ha apoyado la lucha contra la discriminación, ha facilitado el desplazamiento de miles de estudiantes con el programa Erasmus y ha financiado la participación de nuestros científicos en proyectos europeos de I+D.
En el plano medioambiental, la normativa comunitaria ha obligado a nuestro país a aumentar los mecanismos de control y reducción de los impactos ambientales, y ha favorecido la preservación de la naturaleza y la biodiversidad.
En síntesis, estos son solo algunos ejemplos de las consecuencias de la incorporación de España a la UE, que afectan a casi todos los sectores de nuestra actividad.

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